La Última Galera del Rey, R. Ibáñez

Espero que mi juicio no procure úlcera alguna en el licenciado Ibañez y espero también que perdone vuestra merce mi bellaquería, que no es otra que la de un humilde lector que no quiere causar quebranto ni mal ánimo en su persona, sino narrar lo acontecido en este libro de aventuras

Una novela muy divertida, que con un par de excusas y la vida de Don Miguel de Cervantes Saavedra de por medio, nos hace un repaso a la vida de tan ilustre hidalgo y de paso, de la vida en las Españas del siglo XVI con todo el sabor del castellano antiguo, de sus formas y usos y como fondo histórico, la batalla de Lepanto.

La historia toma como eje principal la vida de Miguel de Cervantes, primero en su vejez y retrotayendo la historia contada por él mismo, en su juventud. Una juventud de altanería y algo chulesca, que igual resolvía los pleítos en buena lid con la deshuesada que con la toledana, dando mojadas a tocho y mocho.

Y así es como en uno de sus pleítos, mal resuelto, no por herir de muerte al contrario sino por herir a un hijohidalgo y cristiano viejo bien posicionado, ha de salir de España antes de ser corcheteado y acaba en Italia, enrlolado en el viejo Tercio de Nápoles. Ahí conoce a su camarilla, una escuadra que será su compañera de viajes, de escolta y batallas hasta la gran batalla de Lepanto. Tienen nuestros camaradas en su primera misión el primer alboroto con el turco, de escolta a Malta ya a bordo de las galeras del rey son atacados por las galeras turcas. Una primera escaramuza en la que salen con vida, no sin aprietos ni cosidas, pero al fin y al cabo con vida. Aprovecha el autor para introducirse a partir de este punto en la perspectiva turca; el trato a los cautivos, la posibilidad de convertirse, la vida en las cárceles o en las galeras.

Estos esbozos de la novela son muy generales. El punto fuerte del libro es que con todos estos movimientos y cambios, desde la corte en Madrid a un cuartel en Nápoles, desde una escaramuza en una galera real a una cárcel turca, tenemos un repaso en toda regla y una descripción pormenorizada de la vida en pleno siglo XVI en el Imperio Español.  Desde cómo funcionaban las disputas, los duelos, la justicia o los contactos. Por otro lado, la vida militar, como acababa uno siendo enrolado para servir al rey, la soldadesca, las marchas, el entrenamiento y las batallas. Todo contado con un estilo muy divertido, con muchos guiños al estilo y autores del siglo de Oro y a la picaresca y como no, al propio Quijote. Todo en un pseudo-castellano antiguo muy rico en vocabulario y que le da un toque al libro magnífico para trasladar la mente a esos siglos de esplandor y decadencia.

Por fín, la última Galera del Rey, «La Real» y la batalla de Lepando. La batalla la tenemos contada en perfecta armonía con la historia, con todo lujo de detalles, con Juan de Austria como uno de los protagonistas y con idas y venidas a uno y otro bando. Para completar todos los detalles narrados tenemos varios epílogos en el libro, datos históricos sobre todos los personajes que aparecen e incluso hay un anexo con mapas y esquemas del desarrollo de la batalla, aparte de los datos sobre bajas, galeras, heridos, y demás datos. Todo un lujo estos detalles. 

Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788408081166
Nº Edición:1ª , Militaria
Año de edición:2008
Plaza edición: BARCELONA
  

 

10 comentarios en “La Última Galera del Rey, R. Ibáñez

  1. Buena Navegante. Me ha recordado en algún momento o sentido a las novelas de Alatriste. No imagino al «bueno» de Cervantes chuleando en la tarberna del Turco y dandole uso a la vizcaína, al estilo quevedesco, que ese si me lo imagino más. Igual es por el estereotipo y la imagien que nos han trasmitido siempre de Cervantes, claro que en algún momento de su vida tuvo que ser joven e impetusoso y no siempre un viejecito adorable y escritor.

  2. Yo esperaba más sobre la batalla de Lepanto. De echo, lo compré pensando que sería un libro cuyo foco principal era la batalla, al margen de la aparición de Cervantes como protagonista de la historia. En ese sentido me he llevado un chasco pues el libro no trata enteramente sobre la batalla, pero he de reconocer que me he divertido y me ha resultado muy gratificante y amena su lectura ya que la historia se compensa con muchas otras cosas.

  3. Yo también he leído el libro porque me interesa la época y el mundo de la milicia del siglo de oro. Recuerda al último libro del Capitán Alatriste, el que trata sobre las escaramuzas navales entre los católicos y el Turco en el Mediterráneo. Tiene un estilo arcaizante que no hace la lectura pesada y tiene muchos guiños al Quijote y a Cervantes al que describe al principio como a un viejo amargado que vivía rodeado de mujeres alguna de las cuales ejercía la prostitución en el Valladolid de la Corte. Me sabe a poco la parte que trata de la Batalla de Lepanto, la última batalla de galeras y abordajes, que creo que no tiene todavía la gran novela histórica que merecería por lo gigantesco del esfuerzo militar que desplegaron ambos bandos

  4. A mí tambien se me ha quedado corto todo lo relativo a la batalla, y eso que lo que hay es bastante, sobre toda la preparación, las primeras escaramuzas, el encuentro de las flotas, etc…, pero es cierto que es la parte final del libro y la batalla en sí y se centra en la Galera Real, donde va Don Juan de Austria. De todas formas al libro, le doy un aprobado.

  5. Mi muy estimado Navegante:
    No sólo no me produce úlcera, sino que me alaga en grado sumo que le haya resultado entretenida esta obrilla mía, que siendo su pretensión entretener, queda el deber cumplido. Es cierto lo que dicen en este mentidero de buenas gentes que más podría haber dicho de la batalla de Lepanto, que queda corta, y más de una anécdota se me quedó en el tintero: Como que Gian Andrea Doria hubo de sacudirse de encima los restos de su escudero, al que una bala literalmente reventó. O que un soldado, notando cómo una flecha se le clavaba en el ojo, tiró de ella, sacándose flecha, ojo y parte de las mantecas, que allí quedó muerto… Pero no hay tantas maneras de describir cómo el hierro hiere en la carne, o cómo sangra una herida, y temí pasarme de repetitivo, y antes pequé de prudente, quedándome corto.

    Mis disculpas a los que les supo a poco, no pudiéndoles decir más que prometo esmerarme la próxima vez.

    Ricard Ibáñez.

  6. Vive Dios!! que he salido airoso de este pleito, el mismísimo licenciado Ibáñez se ha pasado por esta turbulenta taberna y nos ha honrado con su presencia y su prosa. Un placer señor licenciado!!, queda vuestra merced invitado a una ronda y a lo que sea menester de este humilde lector que ha disfrutado con su pluma, y si hay que batirse con algún bellaco que ose decir lo contrario, no se hable más y salgamos a la calle!!.

  7. Estimado Ricard, de verdad que es un honor y un placer que se haya pasado por aquí, muchas gracias por dejarrnos sus impresiones sobre los comentarios de su libro y por visitarnos.

    Un afectuoso saludo desde el equipo de Novilis.

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