Novedades Desperta Ferro

Desde hoy 15/07/2016 ya están disponibles las nuevas novedades de Desperta Ferro, la nueva revista de Hº Moderna y el nuevo libro de Golvin   «Viaje por el Antiguo Egipto». Ideales para el verano.

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Luxor, Tebas, Edfú… estos y otros muchos lugares del Antiguo Egipto todavía nos hacen soñar por su grandeza arquitectónica y por su halo de misterio, así como imaginarse navegando por el Nilo en la época de los faraones hacia Abu Simbel o hacia la Alejandría helenística. Un sueño ahora convertido en realidad gracias a la perfecta combinación que ofrece esta obra de los hallazgos que ha brindado la Arqueología con el talento del arqueólogo, arquitecto y dibujante Jean-Claude Golvin.

Resumen revista:

  • Sudán. Entre la tradición y la renovación por Kim Searcy (Loyola University Chicago). La administración sudanesa durante el siglo XIX se caracterizó por dos formas divergentes de gestión. La primera fue la turco-egipcia, que controló la región desde 1812 hasta 1885; mientras que la segunda fue laMahdiyya, el régimen islámico instaurado por Muhammad Ahmad, el Mahdi, que derrocó al gobierno anterior y administró el Sudán desde 1885 hasta 1898. La soberanía sudanesa, su economía estrechamente ligada al comercio de esclavos, o la justicia, fueron algunos de los aspectos que experimentaron mayores cambios en el convulso siglo XIX sudanés.
  • La rebelión mahdista por Ahmed Ibrahim Abushouk (Qatar University). Pese a que la inteligencia anglo-egipcia presentó la rebelión del Mahdi como si se hubiera dirigido contra los cristianos europeos situados en puestos clave de la administración. Pero lo cierto es que ya desde antes, los mahdistas habían proclamado la yihad contra los líderes religiosos otomanos en un intento por volver a las raíces del islam primitivo. En este número se analizan los verdaderos motivos de la rebelión mahdista, los factores que contribuyeron a su triunfo en 1885 y el legado político que dejó el que fuera el primer estado islámico en surgir de un proceso violento de descolonización.
  • “Para ti, Fuzzy Wuzzy”. Las campañas de Suakin (1883-1884) por Michael Asher. Descalzos y desnudos, a excepción de un taparrabos, los guerreros beja llevaban su melena en grandes mechones de pelo sin cortar apelmazados con grasa, y portaban solo lanzas, espadas anchas y escudos de piel de elefante. Estos implacables adversarios, a los que los británicos llamaron fuzzy wuzzies por sus extravagantes peinados, causaron una honda impresión por su coraje y arrojo en el combate. Su imagen quedó inmortalizada por el escritor y poeta Rudyard Kipling en un famoso poema, mientras que el propio alto mando del ejército británico los clasificó como caballería honoraria. En este artículo se analizan las peculiaridades de este pueblo, su papel en las batallas contra egipcios y británicos, así como su destino después de la rebelión del Mahdi.
  • Servir en el Sudán. La experiencia del soldado británico, 1883-1885 por Edward M. Spiers (University of Leeds). Tras desembarcar el 21 de febrero de 1884 en el puerto de Suakin, en el mar Rojo, la primera acción de los hombres del ejército de socorro de sir Gerald Graham fue trabajar de sol a sol y soportar los aguaceros tropicales cada noche durante toda una semana, sin “nada con lo que cubrirse”, mientras descargaban los suministros y establecían una base de avanzadilla en Fort Baker. La rebelión mahdista nos dejó numerosas escenas como esta, en las que los soldados británicos tuvieron que soportar unas condiciones climáticas extremas, marchas por un terreno desconocido y hostil, viajes en canoa superando los rápidos y cataratas del Río Nilo o el acoso incesante de unos nativos que conocían mejor el terreno y superaban ampliamente en número a los pequeños contingentes británicos.
  • El asedio de Jartum por David Decker (University of South Carolina Sumter). El 18 de febrero de 1884, el general Charles Gordon llegaba a Jartum con la misión de organizar la evacuación de las tropas anglo-egipcias, amenazadas por la proximidad de los hombres del Mahdi, quienes avanzaban hacia el valle del Nilo desde Kordofán. Una vez la ciudad quedó cercada sin posibilidad de escape y las líneas del telégrafo cortadas, la única esperanza de la guarnición bajo el mando de Gordon fue atrincherarse y aprovechar las defensas naturales del Nilo y la potencia de fuego de los vapores que navegaban por el río, mientras esperaban la llegada de una columna de socorro desde el lejano Egipto.
  • Los seguidores del Mahdi por David Decker (University of South Caronlina Sumter). Los ejércitos levantados en armas para seguir el mensaje del Mahdi estuvieron formados por un conglomerado de guerreros tribales de diversas etnias que procedían de la zona entre el Nilo Azul y el sur de Darfur, reforzados por traficantes de esclavos, élites comerciales de las ciudades y enemigos capturados. El resultado era una heterogénea fuerza dividida por rivalidades internas superadas tan solo por la cercanía del enemigo. Organizados en cuatro banderas de colores dependiendo de su procedencia geográfica y su condición de esclavos o libres, los mahdistas se constituyeron rápidamente en un ejército muy capaz de enfrentarse a los modernos contingentes anglo-egipcios.
  • Salvar a Gordon por Anthony P. Michel (Department of Canadian Heritage). La expedición del Nilo fue una misión complicada y peligrosa al mando del general Garnet Wolseley para rescatar a Charles Gordon, quien se encontraba sitiado en Jartum por el ejército del Mahdi. El contingente británico tuvo que superar numerosas adversidades en una carrera contrarreloj, durante la cual se contrataron voyageurs canadienses –expertos en el manejo de embarcaciones fluviales–, se distribuyó a los soldados y las piezas artilleras a lomos de los camellos para atravesar el desierto, se construyeron fortificaciones con arbustos espinosos para sobrevivir a los ataques y numerosos corresponsales de prensa siguieron en persona los avances británicos, dejándonos numerosos testimonios de primera mano.
  • La campaña de Bohemia (1757) por Franz A. J. Szabo (University of Alberta). Cuando Federico II de Prusia invadió Sajonia y los territorios de la monarquía de los Habsburgo en agosto de 1756, desencadenó un grave conflicto a nivel europeo que iba a alargarse durante siete años. La meticulosa preparación prusiana había permitido llenar las arcas de guerra, aumentar los efectivos de infantería y caballería y acumular una cantidad ingente de provisiones, unos preparativos que debían culminar en una contienda decidida rápidamente gracias a las victorias decisivas y la rapidez de movimientos. La realidad fue, sin embargo, bien distinta; la guerra prolongada que Federico quería evitar a toda costa se convirtió en una posibilidad a medida que los austríacos fueron capaces de aguantar los sucesivos embates de la potente maquinaria bélica en que se había convertido el ejército prusiano.

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