Stalin’s war of Extermination, Joachim Hoffman

Joachim Hoffmann

Stalin’s war of Extermination es un libro que sin duda no deja indiferente a nadie.

Joachim Hoffmann ( 1930-2002) fue historiador del Militärgeschichtliche Forschungsamt der Bundeswehr ( Departamento de investigación de historial militar del Ejército Alemán, en adelante MGFA) entre 1960 hasta 1995, especializándose en las fuerzas armadas de La Unión Soviética. Nació en Konigsberg, de donde tuvo que marcharse junto a su familia en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, huyendo del ejército soviético.

En 1983 el MGFA publica el volumen IV del monumental proyecto Das Deutsche Reich und der Zweite Weltkrieg que cubre los preparativos, prolegómenos y primeras semanas del ataque de Alemania sobre la Unión Soviética. Hoffman contribuye en este volumen con los capítulos The Soviet Union up to the eve of the German Attack y con The conduct of the War through Soviet Eyes. Pero Hoffmann tenía alguna cosa más escrita para el libro que, finalmente no se publicó, y fue el germen del que nos ocupa ahora mismo. Hoffman sostuvo, y así lo defiende en su libro, que Stalin estaba preparando un ataque contra Alemania para ser lanzado en el verano de 1941, pero que Hitler se le adelantó. Digamos que defendió la teoría del ataque preventivo sobre la URSS de Hitler.
Según dice el propio Hoffman en el prefacio a la edición en inglés del libro: “la intención de este libro es proporcionar una conclusión a las décadas de investigación que he dedicado a la forma de hacer la guerra del Ejército Rojo y de Stalin. Aunque está originariamente escrito como una parte del [IV volumen Das Deutsche Reich und der Zweite Weltkrieg] trabajo del MGFA, el director de esta oficina, el Brigadier General Dr. Günther Roth, prefirió no publicar este libro como un documento oficial, pero sí me permitió publicarlo de forma privada. Considerando la inmensa atención pública que ha suscitado la publicación del mismo, la decisión del Brigade General Dr. Roth es entendible.”

Según aparece en la entrada dedicada a Joachim Hoffmann en la Wikipedia inglesa, la investigación de Hoffmann lo llevó a un conflicto con Wilhelm Deist. Deist, por ese tiempo Director Ejecutivo Científico del MGFA, demandó a Hoffman, porque en una carta de Hoffmann al director del MGFA (7 de Semtiembre de 1983), Hoffmann acusaba a Deist de haber suprimido del libro la verdad acerca de las causas de la invasión de La Unión Soviética, por razones ideológicas. El juez decidió en contra de Deist, aduciendo que Hoffmann tan sólo hacía uso de su derecho a expresarse libremente.
Pero el trabajo de Hoffmann no se publicó.

En 1995 cuando ya se había retirado del MGFA fue cuando se decidió a publicarlo, bajo el nombre de Stalins Vernichtungskrieg 1941-1945 (Stalin’s War of Extermination), o La guerra de exterminio de Stalin. Tanta controversia causó el libro que hasta el Bundestag se vio obligado a actuar, ya que el prefacio estaba escrito por Manfred Kehrig, miembro todavía del MGFA, lo que le daba un tono oficialista al trabajo. En las siguientes ediciones Kehrig seguiría en el prefacio pero sólo en calidad de particular, eliminando de al lado de su firma sus credenciales como miembro del MGFA.

A todo esto hay que añadir que Hoffmann vio mancillada su imagen, una vez fuera del MGFA, al relacionarse con ciertas personas afines a la extrema derecha alemana, y por dejar publicar alguno de sus artículos en una revista revisionista alemana.

Veamos el libro. Hoffmann usa un estilo muy claro; en todo momento se aprecia qué es lo que está pensando y qué objetivo intenta cubrir con lo que habla, algo que denota su formación e historial académico.

Yo dividiría el libro en dos bloques:

El primero, formado por los dos primeros capítulos, donde Hoffmann expone las razones y pruebas que le llevan a afirmar que Stalin tenía planeado atacar a Alemania , pero que Hitler se le adelantó. Hoffmann se apoya en diversas pruebas, cuya exposición sería objeto de al menos otra entrada en el blog. Quizás el eje central de esta teoría sea el documento que el 15 de Mayo de 1941 el Mariscal Zhukov entrega a Stalin con el nombre de “ Consideraciones sobre el plan de movilización estratégica de las fuerzas armadas de la Unión Soviética ante el evento de guerra con Alemania y sus aliados”, del que Hoffman afirma “este plan para una ofensiva sobre Alemania es la quintaesencia de otros proyectos confeccionados por el Soviet General Staff en la primavera de 1941 para una ofensiva contra Alemania”. Otra prueba que expone se refiere a la disposición de las fuerzas rusas en verano de 1941, que daba bastante que pensar, los mapas de Polonia y Prusia del Este encontrados a los soldados soviéticos allí desplegados, panfletos requisados a los soviéticos donde alentaban a los alemanes a deponer las armas, confidencias entre generales de altos cargos (como la del Major General Malyshkin a Ritter von Leeb), etc…

Por supuesto estos ejemplos son sólo una muestra de las alegaciones de Hoffman. La mayor parte de las fuentes usadas para confeccionar esta tesis provienen de historiadores rusos como Danilov, Gorkov o Suvorov (su conocido IceBreaker), y bastantes documentos del BA-MA.

Es mucho lo que se ha escrito sobre este tema, que yo creo que está magistralmente resumido y sintetizado en un hilo del forosegundaguerra.com, llamado ¿Quiso Stalin atacar Alemania?. El forista José Luis, toda una autoridad, creo que despeja dudas y sobre todo hace un análisis del estado de la investigación y un repaso bibliográfico sobre el tema, que es sobresaliente.

Y el segundo bloque lo dividiría en otros dos subapartados:

El primero, sobre la propaganda y el terror usado por la jerarquía soviética para hacer que sus soldados ganen “voluntad combativa”. A Hoffman le gusta utilizar la frase: “Cuando los soldados soviéticos no se creían la propaganda, entonces entraba en juego el terror”. Es su intención dejar muy claro que no hubo ninguna “Gran guerra por la Patria” o “Guerra patriótica”, ya que una gran parte de los soldados no tenían esos sentimientos patrióticos. Lo que quiere dejar claro es que los soldados soviéticos, gran parte de ellos, fueron al frente aterrorizados por las amenazas de los comisarios. En esta parte usa muchos ejemplos; en realidad todo el libro está sembrado de ellos.

Y el segundo, sobre las atrocidades cometidas por el Ejército Rojo sobre primero los prisioneros alemanes y más tarde sobre la población civil alemana. Esta es otra sección que también trajo bastante polémica. Quizás me haya resultado un poco agotador leer esta parte, por la innumerable cantidad de ejemplos que describe. Vayamos por partes, y según los argumentos de Hoffman:

• ¿Quién es responsable de las innumerables atrocidades cometidas por los rusos sobre los soldados alemanes? Hoffman culpa a las más altas instancias, empezando por Stalin. Rusia fue el único país en guerra que no aceptó la convención de Ginebra ,sobre el trato a los prisioneros de guerra( la última, por entonces, en 1929) . Stalin además fue promotor de una propaganda brutal e inhumana en contra de todo lo alemán, que sin duda tuvo sus consecuencias, y que fue bestialmente protagonizada por Iliá Ehrenburg. Le resulta imposible a Hoffmann ocultar su desprecio por Ehrenburg. Dedica páginas y páginas sólo a citar fragmentos de los escritos propagandísticos que éste dirigía a los soldados soviéticos y a la comunidad internacional. En la página 237 dice: “Describir los efectos de las perversidades de Ehrenburg sobre el Ejército Rojo y las consecuentes atrocidades cometidas por los soldados soviéticos es un OBJETIVO CENTRAL DEL PRESENTE TRABAJO”.

• ¿Es comparable el Holocausto con el genocidio y limpiezas étnicas Stalinistas? En más de una ocasión a lo largo del libro realiza algunas comparaciones entre los asesinatos y matanzas de los rusos por un sitio y las de los alemanes por otro. Bien, este punto quizás haya sido casi igual de polémico que el del ataque preventivo. Lo que Hoffman trata de dejar claro en este respecto son dos cosas, a mi entender:

o 1) Que no le parece justo que no se pueda investigar sobre la cifra de muertos en el Holocausto, que no haya libertad para investigar ciertos datos. Por ejemplo, critica el que se tenga que aceptar que las víctimas del Holocausto son 6 millones, denunciando que eso fue propaganda soviética, pero que no había evidencia clara de que la cifra fuese 6 millones. Por esta argumentación algunos críticos tacharon a Hoffman de negador del Holocausto.

o 2) Que el régimen soviético bajo Stalin ha sido un régimen genocida, asesino.

¿Qué se puede añadir a estos dos puntos? Me parece muy interesante el razonamiento que usa para justificar el hecho de que se pueda comparar el Genocidio Stalinista con el Holocausto. (paginas 178-179). “Qué humillante debe ser para los ideólogos y demagogos- los llamados antifascistas, que presumen de determinar qué es lo que los ciudadanos libres tendrán o no permitido pensar- el ver a Cortois (autor de Black Book of Communism) trazando paralelismos históricos, haciendo comparaciones y realizando cálculos estimados acerca del comunismo y del nacionalsocialismo, llevando así acabo el deber natural de un historiador, sin tener en cuenta tabús antifascistas y distorsiones. Como Alexandr Solzhenitsyn, Erns Noste, y Francois Furet antes que él, Stéphane Courtois mantiene la opinión de que la vigente prohibición de comparar ya no tiene sentido: después de todo comparar es pensar…” Este tipo de reflexiones son algunas que hicieron, supongo yo, acercar al señor Hoffmann a círculos de la derecha. Aunque me gustaría tener claro si tiene o no razón con eso que dice…

Se trata de una buena edición, en tapa dura con sobrecubierta, con un significativo detalle en la esquina inferior derecha, donde dice: “Approved by German Public Censors”. Al final del libro hay una serie de reproducciones de documentos de la época, nombrados a lo largo del libro, que dan soporte a sus tesis.

El trabajo está realizado en los años finales de vida de Hoffmann y, en ese aspecto, unido a que ya no era miembro del MGFA, lo que le encuentro al libro es que quiere ajustar cuentas pendientes que tiene con su historia, y que una mordaza oficial le ha impedido publicarlas antes.

En definitiva, un libro muy interesante, que puede llevar a conclusiones peligrosas, quizás algunos argumentos actualmente están superados, pero también me parece que es un libro esclarecedor ( No recuerdo dónde leí que fue Beevor el que sacó a la luz los excesos de los rusos al entrar en Alemania) y valiente.

Libro disponible en Amazon:

  • Hardcover: 416 pages
  • Publisher: Theses & Dissertations Press; 1st English Ed edition (May 2001)
  • Language: English
  • ISBN-10: 0967985684
  • ISBN-13: 978-0967985688
  • Product Dimensions: 9.5 x 6.4 x 1.5 inches
  • 8 comentarios en “Stalin’s war of Extermination, Joachim Hoffman

    1. ufff, peliagudo tema Isidoro, como para leerlo en inglés. No te puedes imaginar lo que te envidio amigo, tu que tienes la potestad y el conocimiento de poder leer un libro así en inglés, claro que te lo habrás currado para aprender, pero es una suerte visto desde fuera. La reseña fantástica.

    2. Tema vigente incluso hoy en día, «La guerra preventiva». Lo único cierto es que por muchos indicios que hayan sobre un posible ataque nunca se podrá saber si se produciría o no, una vez comenzada la guerra «preventiva» todo pasa al plano de la especulación. Es un tema muy delicado, tanto unos como otros se enzarzaron creo yo en la guerra más brutal de cuantas tenemos conocimiento, asumiendo la máxima por ambos bandos que se trataba de una guerra de exterminio.

    3. Muchas gracias una vez más Isidoro por compartir esta excelente reseña con todos nosotros.
      El tema efectivamente es delicado, se mire desde la óptica que se que mire siempre se encontrarán argumentos para defenderse y para atacar al que defiende la otra postura ya que en ambos bandos ocurrió «de todo».
      Lo que si parece unánime, a pesar de estar dentro del campo de la especulación histórica, es que más tarde o temprano la guerra entre los dos bloques ideológicos, el nacionalsocialismo y el comunismo estaban destinados a una guerra total.

    4. Hombre yo creo que hoy en día el Estado Mayo de la Defensa española tiene planes de contingencia realizados ante un eventual ataque de Marruecos, por ejemplo y creo que esa posibilidad es más bien remota.
      El tener documentos con planes elaborados no creo que sea un argumento suficiente y determinante para defender la tesis de un posible ataque de la URSS a Alemania y menos en 1939,40 y 41 donde el ejército rojo como es conocido estaba en fase de reestructuración (purgas). Aun así, estoy deacuerdo con que la guerra en el Este era inevitable.

    5. Hola a todos.

      Gracias por vuestros elogios. Hacía ya mucho tiempo que tenía ganas de leer este libro. Si bien actualmente los académicos tienen claro que La Unión Soviética no pensaba atacar a Alemania para el verano de 1941, ( Hay un libro, entre otros, obscenamente caro , unos 170 dólares, por ni 300 páginas, de Alexander Hill), os puedo asegurar que los indicios que Hoffmann planta son datos para hacer pensar.

      Pero la historia no se fabrica de esa forma. Los métodos de investigación e instrumentos que usan los académicos para llegar a conclusiones y realizar afirmaciones sobre la historia no han sido respetados por Hofmann en cuanto a lo que se refiere a la parte de su libro del ataque preventivo. Eso está muy bien explicado, en mi humildo opinión, en este hilo: http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?f=5&t=10217. Con todo eso, repito, merece la pena leerlo, porque hay indicios, que no pasan de eso, de indicios, que hacen ver que Stalin no estaba de brazos cruzados.

      Saludos.

    6. hola,
      Yo creo que Stalin esperaba que los ejercitos alemanes se desgastaran en el frente occidental y quedo sorprendido por la facil victoria alemana. Pero si que hay indicios de que queria atacar, ya que su objetivo era expandirse al oeste ( republicas balticas, besarabia, finlandia ) hasta llegar a alemania.

      saludos

    7. Interesante, estaba buscando lo del Mariscal Zhukov, vaya, hay más gente de la que creía que no 9cree para nada en las cifras del holocausto, y que son más falsas que un billete de 12 euros.

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