Gaucho y confederado
“José Gervasio Artigas, nombre que se pronunciaba con terror en los palacios de Río (de Janeiro) y de Buenos Aires, considerado peligroso hasta los sesenta y seis años, fue, sin embargo, un gran perdedor. Aunque no se halla entre los mitos de la independencia americana, hay un país que lo venera, el país donde nació y que ayudó a fundar: Uruguay.
Soñaba un gran estado republicano y confederal que suscitó el odio unánime de quienes gobernaban Brasil, Paraguay y Argentina; temerosos del ideal libertario y transnacional de Artigas se confabularon para destruirlo. Fundó ciudades, repartió tierras y vivió en el exilio los treinta últimos años de su vida.” (Contraportada)
(Pie de foto: Artigas en la Ciudadela (1884) Juan M. Blanes
Fuente: uruguayeduca.edu.uy)
Un perdedor, sí, pero también un adelantado a su tiempo. A pesar de que durante el primer año (1810-1811) combatió la insurgencia de Buenos Aires al lado de los Realistas, se puede afirmar que también fue de los primeros en reclamar a las claras la independencia para las Provincias Unidas del Río de la Plata pero bajo la fórmula de “un gran estado republicano y confederal” que abarcaría una gran porción del antiguo Virreinato. Además propugnaba el sufragio universal, algo que ni en los jóvenes Estados Unidos existía, y la plena soberanía de cada provincia. Artigas, descendiente en tercera generación de un aragonés emigrado, posiblemente austracista, no pensó en ningún momento en crear una República Oriental del Uruguay, tal y como la conocemos hoy. Él siempre abogó por esa estructura republicana y confederal ya mencionada cuya capital no debería ser bajo ningún concepto Buenos Aires para evitar las pretensiones centralistas y despóticas de las élites mercantilistas porteñas. Pero esto fue el colmo para las autoridades bonaerenses que en su momento llegaron a ofrecer 6000 pesos por la cabeza del montevideano.
El infatigable Artigas (1764-1850) debió enfrentarse inicialmente a la Corona Española y a los portugueses brasileños que acudían a la llamada de socorro de los Realistas; después se sumaron los ejércitos de Buenos Aires que lo tenían por traidor y sedicioso al no acatar su centralismo. La antigua capital virreinal animó a una segunda invasión luso-brasileña aun perdiendo la Provincia de la Banda Oriental con tal de deshacerse de Artigas y su virus confederalista; también le ofrecieron dos o tres veces la secesión de la Banda Oriental de la tutela de Buenos Aires, circunstancia que el antiguo oficial de Blandengues nunca aceptó. Artigas llegó a penetrar con expediciones punitivas en territorio brasilero en varias ocasiones. Pero, al fin y al cabo, esta vez “David no pudo contra tanto Goliat” y acabó traicionado y desgastado exiliándose en Paraguay.
Bajo el amparo de Artigas, el Protector, se alinearon amplios territorios y pueblos bajo la denominación de la efímera Liga de los Pueblos Libres (1813-1820), cuya extensión podemos valorar en el siguiente mapa:
(Pie de imagen: Máxima extensión de la Liga de los Pueblos Libres o Liga Federal.
Fuente: commons.wikimedia.org)
Esta completa y acertada síntesis sobre Artigas nos la ofrece el renombrado y experto Manuel Lucena Salmoral en la ya clásica colección Biblioteca Iberoamericana que publicó a finales de los años ochenta y con gran acierto ANAYA, bajo un formato muy manejable y de alta calidad, con motivo de la conmemoración del Quinto Centenario del “encuentro de los dos mundos”. Todavía resulta sencillo hacerse con ejemplares en librerías de lance.
- Tapa Dura: 126 pág.
- Editorial: Anaya (Junio 1994)
- Idioma: Español
- ISBN-10: 8420734470
- ISBN-13: 978-8420734477
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